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viernes, 19 de junio de 2020

El Traje y El Libro*

Julio Camba**

Raro será el intelectual que no haya pretendido ridiculizar alguna vez en sus libros la producción en serie, pero ¿como se hace, por ejemplo, un automóvil de serie? Pues, según todas nuestras noticias, un automóvil de serie se hace exactamente lo mismo que el libro de un intelectual. Primero hay que concebirlo, que pensarlo, que planearlo y que resolver, a fuerza de imaginación y de estudio, todas sus dificultades sobre el papel, y esto es lo que pudiéramos llamar el original o manuscrito del nuevo automóvil. Luego, y, si este manuscrito obtiene la aprobación del editor, se manda a la imprenta - generalmente es necesario montar una imprenta a propósito - y se lo reproduce por millares o millones de ejemplares.

El verdadero creador de la producción en serie no fué Ford ni nungún otro de nuestros contemporáneos. Muchísimo antes que todos estos , ya Gutemberg habiendo inventado el tipo de imprenta movible, hacía de cada libro ejemplares y mas ejemplares y, cuantos más ejemplares hacía, más barato podía vender cada uno de ellos. En realidad, el verdadero creador de la producción en serie fué Gutemberg, y Ford, lo mismo que tantos otros, no ha hecho nada mas que copiar sus métodos.

No es justo, por lo tanto, el que los intelectuales se burlen en sus libros de la producción en serie. Evidentemente sería preferible que el sastre hiciera los trajes a nuestra medida a que nos los entregue ya hechos y seamos nosotros quienes, por medio de la dieta o de la gimnasia, tengamos que adaptarnos a las medidas de los trajes; pero, lo que ocurre con la ropa, ocurre también con las especialidades farmacéuticas, con las comidas de restaurante y con casi todas las cosas, incluso la literatura. Así, de cada mil lectores que adquieren un libro, no habrá nunca ni dos que lo encuentren realmente a su medida. A los 998 restantes les resultará siempre o demasiado estrecho o excesivamente holgado, y de ahí esas arrugas tan raras que, la mayoría de los libros, suelen producirles en la frente a la mayoría  de los lectores...

No. No es justo que los intelectuales censuren la producción en serie en unos libros igualmente de serie. Para que pudieran censurarla decorosamente, tendrían que renunciar a las grandes tiradas y hacer reproducir sus originales a mano, resucitando así el arte paciente y minucioso de los antiguos copistas. Y, además, tendrían que discurrir siempre por su cuenta y no servirse nunca de ideas al por mayor.

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* Hemos considerado interesante esta reflexión de Julio Camba en un momento en el que ya estaba alejado del anarquismo de acción. No sabemos el contexto que lo orillo a escribir esta breve crítica a los intelectuales y su producción serial de libros. El texto es extraído del libro etc., etc., editorial Plus-Ultra, Madrid 1945.

**Camba a los 13 años escapa de su casa embarcándose hasta llegar a la Argentina, donde colabora con los grupos anarquistas de la región, tras su expulsión, regresa a España y colabora no solo con publicaciones anarquistas, sino que comienza a publicar en los diarios republicanos para finalmente desencantarse del anarquismo de acción y simpatizar con el franquismo. Julián Lacalle, editor de Pepitas de calabaza después de un arduo trabajo de búsqueda, recopila artículos publicados en las publicaciones anarquistas, dando como resultado el libro: «¡Oh, justo, sutil y poderoso veneno!» Los escritos de la Anarquía, en el prologo, Lacalle menciona que "los artículos adolescentes de Camba no tienen ni una gota de gasa. Son gasolina en estado puro. No hay concesiones". Lacalle hace una interpretación del desencanto de Camba del anarquismo ilegalista indicando que: "es la evolución de un descreído, que acaba por dedicarse al periodismo como medio de vida, olvidando el periodismo como medio de intervención. La evolución personal desde estos textos a la defensa del golpe de Estado de Franco, treinta años después, supone uno de los testimonios históricos más ricos de la política española del siglo XX." Nosotros pensamos que prefirió gozar de las bondades y comodidades del Estado Español como periodista a meterse en problemas, creemos que el impacto ocasionado por los atentados de su amigo Mateo Morral y después de su asesinato en Torrejón, se acobardo.

Info de los libros publicados por la editorial Pepitas de Calabaza: